Se debatía entre arruinar su vida drogándose o seguir con la pinche aburrición de cada día. A veces soltaba gritos en el metro ¿quién se hecho un pedo? cuando eran casí las siete, el anden, los vagones todo estaba lleno de gente, de pronto un olor a comida, una vez tuvo la tentación de imaginarse a través del olor una mesa servida con su plato favorito, la última respirada lo hizo cambiar de opinión, la caca de otro -pensó- Alguien se reía, la mayoría no volteaba como evitando la pena de saberse obligados a oler.
camino preguntándose porqué trabajar?, porqué vivir?
CONTINUARA...
Periodismo de la nueva era
viernes, 22 de agosto de 2008
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